miércoles, 27 de mayo de 2020

JUAN JACOBO ROUSSEAU.


Juan Jacobo Rousseau.

Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, 28 de junio de 1712 - Ermenonville, 2 de julio de 1778) fue un polímata suizo francófono. Fue a la vez escritor, pedagogo, filósofo, músico, botánico y naturalista.
Juan Jacobo Rousseau abandera la naturaleza del ser humano y resalta el desarrollo libre del mismo en sus normas, lo que indica que las metodologías educativas no deberían interrumpir en el niño cada una de las expresiones, impulsos o manifestaciones del querer aprender o explorar su entorno. Planteando así un gran respeto por la naturaleza de ser.
El pedagogo afirma que la infancia es una etapa fundamental para el desarrollo del niño, por lo tanto, hay que permitirle la libertad de experimentar el mundo como él lo desee, dejándolo ser lo que es y lo que quiere ser, sin llenarlo de responsabilidades escolares, obligaciones y deberes a una temprana edad, esto permitiría el libre desarrollo de su personalidad, y afectar el proceso con actividades avanzadas para su edad seria acelerar el proceso natural.
Desde muy pequeños se despierta en los niños una gran curiosidad e inquietud por saberlo todo, por investigar y experimentar, es precisamente en cada una de sus vivencias que se genera el aprendizaje, por esto para Rousseau es importante que en este aprendizaje se respete la autonomía, diferente al trabajo que realizan las instituciones educativas en su posición de enseñar y que en muchas ocasiones llegan a sobre estimular. Los niños aprenden más fácilmente a través de su autonomía, de sus propios intereses o inclinaciones, más no a través de la carga de instrucciones y orientaciones lógicas que ofrecen los docentes.
En cuanto al niño se le respeten sus etapas de aprendizaje y se le permite ser autónomo en la exploración de su medio como lo hemos mencionado anteriormente, resalta un importante componente en su desarrollo, este es la felicidad, elemento que la educación actual debe tener muy presente involucrando estrategias enfocadas en aprender, más que en enseñar, y así no reprimir los deseos propios de los niños. Y es que la finalidad de la educación debe ser la felicidad.
El hombre inteligente debe tener claridad que, para alcanzar la felicidad, debe equilibrar sus deseos y sus necesidades. Lo cual indica que la felicidad parte de la sabiduría.
Por este motivo para Rousseau una persona dependiente es un hombre débil y un hombre libre es aquel que es dueño de su voluntad, la libertad sin lugar a dudas está unida a la felicidad. También afirma que el aprendizaje real se logra a través de la experiencia. Rousseau represento a través de su naturalismo pedagógico, una corriente de pensamiento que se extendió por toda Europa a lo largo del siglo XVIII, la ilustración que intentaba dar respuesta a las innumerables cuestiones que nos hacíamos como individuos y como pueblo a través de la razón y el entendimiento.
Al proponer Rousseau que al niño debía permitírsele cierto grado de autonomía para que el manifestara sus intereses y desarrollara sus capacidades, Rousseau ponía sobre la mesa al alcance de los niños, el conocimiento científico, el aprender a través del hacer, de la curiosidad y de la inquietud intelectual.
Un principio fundamental en el pensamiento de Rousseau y que ha influenciado poderosamente las pedagogías actuales es el optimismo que expresa acerca de la naturaleza humana y la visión del proceso educativo del niño como libre desarrollo de esa naturaleza. Al niño no se le debe formar bajo unos parámetros pre-establecidos, sino por el contrario permitirle desarrollarse de acuerdo a su naturaleza que es interpretada como bienhechora y bondadosa.
Juan Jacobo Rousseau by Luisa Fernanda Gómez Prada on Prezi
Bremilda Carolina Mejía Gonzáles/PEM en Pedagogía y Psicología

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